Un monstruo en la ciudad
El lagartosaurio ya ha llegado a la ciudad. Ha pasado justo al lado del edificio de Hacienda por lo que calculo que mide unos veinticinco metros aproximadamente. Tiene unas grandes y arqueadas patas cubiertas de escamas, y una larga cola que ocupa toda la avenida principal.
Cuando lo dijeron en las noticias nadie creyó que tal bestia pudiera existir y ahora estaba ahí delante, tan cerca que parecía poder tocarla con los dedos.
Pisa y aplasta los coches cómo si de bricks de zumo se tratase. La gente grita a mi alrededor, algunos de miedo, otros tienen una especie de risa nerviosa.
Justo enfrente de mí el monstruo le ha arrancado la cabeza de cuajo a una señora mayor, ha sonado como si una persona se crujiera todos los nudillos a la vez. Casi puedo sentir el olor a hierro de la sangre.
Se le ve nervioso, mira en todas las direcciones buscando algo, me inquieta, ¿Qué sucederá si me ve?
Ha levantado el autobús qué venía por la esquina, ha abierto la boca y se ha tragado a cada pasajero, casi sin pestañear.
Mi respiración se acelera, parece haberme escuchado. Me tapo la boca con la mano derecha en el momento en que él se gira de forma brusca y clava sus ojos en mi. Avanza corriendo, a cada paso, los pocos coches que quedan aparcados se levantan unos palmos del suelo, el peso del animal debe de ser estrambótico.
No hay nada que hacer, me ha alcanzado, abre las fauces con todas esas hileras de dientes y me paralizo viendo como se acercan hacia mí. Cierro los ojos y espero.
— ¿Has visto eso Mauri?— me grita mi amigo— ¡Parecía que nos iba a comer de verdad!
Al menos él parece disfrutar de la dichosa película 3d, la próxima vez elegiré yo, sin duda.
Balta M.R
Puedes encontrarme en Instagram como: @laquintaloba
1 comments
Estimado y querido Balta, reconozco que esta vez ha conseguido llevarme al éxtasis y mantenerme en autentica tensión todo el relato, el simple hecho de pensar que el animalito podía pisar el edificio de la agencia tributaria,ha mantenido mi atención en el máximo nivel,magnifico relato, como siempre.Enhorabuena
ResponderEliminarPD:Espero ansioso su próximo relato
Afectuosamente suyo,
Vizconde de Valmont