Mi querida Elisa
Jamás olvidaré el primer día que vi esos ojos verdes. Tu mirada brillante y triste que me cautivó sin que pudiera ser de otra manera. Mi querida Elisa. Aquel día me prometí a mi mismo que dedicaría mi vida a hacerte tan feliz, que cada minuto del resto de tu vida quisieras pasarlo a mi lado.
Los primeros años fueron los mejores: no parabas de reír y toda tu atención estaba centrada en mí, en nosotros. Nos casamos y comenzamos nuestra vida en la misma ciudad que tus padres. Sé que eso para ti era importante y como yo solo quiero tu felicidad, consentí. Era molesto que cada dos por tres aparecieran por casa, pero nada con lo que no pudiera lidiar si la recompensa era tu cariño y el sonido de tu risa.Empezaron los problemas en tu trabajo, no sé que te hacían mi amor, pero volvías a casa sin energía. Te quitaba tu preciosa chispa y te apartaba de mí. No podía permitir eso, tu cariño es para mí como el aire que respiro, necesario y no negociable, por lo que empecé a echar horas extras y te pedí que lo abandonases. Mi adorada Elisa, cuánto amor te he procesado.
Vinieron los hijos después. Primero el mayor, que pasó sus primeros años entre cólicos, llantos y con su miedo a la oscuridad que hacía que la mayoría de las noches mi cama estuviera vacía. Posteriormente el pequeño, quien te ha acaparado al completo. Día y noche necesita toda tu atención 《dependencia emocional 》dijo la psicóloga, yo pienso que el muchacho simplemente es listo y sabe a quién se tiene que arrimar. Desgraciadamente, ninguno de los dos ha sacado tus maravillosos ojos.Los problemas comenzaron a apilarse cuando tus padres se jubilaron y pasaban gran parte de su tiempo en casa: 《Para ayudarte y quitarte trabajo》 decían. Pero, yo sé que su presencia y comentarios te ponían completamente histérica, que acabas con ansiedad.
La semana pasada te vi derrumbarte, sobrepasada. Después de tantos años de estrés, y de que me explicaras lo cansada que acababas todos los días. Qué no tenías tiempo para ti y mucho menos para mí y mis necesidades. Que nuestro amor había pasado a un segundo plano, 《la evolución de las relaciones》, dijiste. Tu familia, los hijos, la casa… Cada lágrima que corría por tu pomposa mejilla era un fracaso personal para mí. Juré amarte siempre y ayudarte a encontrar la felicidad, espero por ello que algún día entiendas lo complicado que fue, que valores el esfuerzo que me supuso dejar a tus padres y a los chicos, los cuatro encerrados en aquella casa con el gas abierto para hacerla explotar en el momento preciso. Seremos de nuevo tú y yo, voy a hacerte feliz y te prometo que esta vez no fallaré.
Balta M.R
Puedes encontrarme en Instagram como: @laquintaloba
2 comments
Estimado Balta:
ResponderEliminarInesperado y sorprendente final, me gusta ese giro dramático.Tu primer relato me gustó mucho, este veo que te has superado, enhorabuena
Espero ansioso el próximo
Saludos Balta, un buen relato en el cual la frase "el amor lo puede todo" quizás está expresada a muy alto nivel...
ResponderEliminarMuy chulo y sencillo de leer, enhorabuena por el relato y por el blog ��